domingo, 21 de diciembre de 2025

🧩 Del Gran Maestro senador a Antonio Hernández, 'el masón de la Moncloa': los 10 cargos de las logias españolas en el PSOE

🧩 Del Gran Maestro senador a Antonio Hernández, 'el masón de la Moncloa': los 10 cargos de las logias españolas en el PSOE

Desde sus inicios, ha habido miembros del Partido Socialista en la masonería. Hoy, el parlamentario Txema Oleaga ostenta el cargo de Gran Maestro de la Gran Logia de España.

Más información: Sánchez destituye a Antonio Hernández, conocido como 'el masón de la Moncloa', por encubrir el acoso sexual cometido por su jefe, Paco Salazar.

De izquierda a derecha, los masones: Txema Oleaga (senador del PSOE), Francisco Javier Rivas (militante), Antonio Hernández (cargo en Moncloa, cesado) y Adolfo Zabala (militante).

Autor: Nicolás Alba


📌 El caso Salazar sigue teniendo consecuencias

Este martes, el Consejo de Ministros destituyó a Antonio Hernández Espinal (Sevilla, 1997) como director de Coordinación Política en el Gabinete de la Presidencia del Gobierno.

Mano derecha de Paco Salazar y responsable de Datos, Análisis y Prospectiva en la Ejecutiva del PSOE andaluz —cargo que también deja este martes—, Hernández Espinal habría sido “cómplice y encubridor” del presunto acoso sexual cometido por Salazar contra varias mujeres, tanto en el PSOE como en la Moncloa.

Así lo denunciaron este domingo algunas afectadas en El Diario. Una de ellas declaró que Hernández Espinal les “hacía luz de gas constante”:

“Nos hacía dudar de nuestras percepciones y nuestra propia realidad. Nos repetía incansablemente que no valorábamos el sitio en el que estábamos, que cualquiera mataría por ser nosotras”.

Por ello, Moncloa cesa a Hernández Espinal en un intento de cerrar la herida que el caso Salazar ha supuesto para el discurso feminista del PSOE. Se pone fin así a la etapa de este reconocido maestro masón de la Logia Obreros de Hiram, afincada en Sevilla.

El llamado “masón de la Moncloa”, que concedió una entrevista exclusiva a El Español hace unos años, niega haber encubierto a Salazar, pero acepta el cese para no perjudicar al Ejecutivo.

🧩 Vínculos entre PSOE y masonería

Hernández Espinal no es el único masón con vínculos en el PSOE. Actualmente, este diario ha contabilizado varios socialistas con cargos dentro de la masonería española.

El más destacado es José María Txema Oleaga Zalvidea (Bilbao, 1996), senador del Partido Socialista de Euskadi por Vizcaya y portavoz socialista en las comisiones Constitucional y de Justicia. En 2022 fue elegido Gran Maestro de la Gran Logia de España, la mayor organización masónica del país y buque insignia de la masonería regular, vinculada a la tradición inglesa. Oleaga ejercerá como máxima autoridad hasta 2026.

Su elección generó debate porque, a diferencia de sus predecesores, ha mantenido su actividad política activa mientras dirige la organización masónica. Antes, el líder de la Gran Logia de España fue el abogado valenciano Óscar de Alfonso.

📌 Los socialistas de Oleaga

Con la llegada de Oleaga al máximo escalafón de la masonería regular española, varios socialistas ascendieron en la Gran Logia de España:

  • Francisco Javier Rivas: designado Gran Diputado (n.º 2 de la organización). Militante del PSOE en Castilla-La Mancha y persona de confianza de Oleaga.
  • José Antonio Rodríguez Peregrina: abogado y militante del PSOE, nombrado Gran Orador, encargado de velar por el cumplimiento de los reglamentos masónicos.
  • Adolfo Zabala: empresario y socialista, ex Gran Maestro Provincial de Castilla, ahora Director del Consejo Rector de la Masonería.
  • Lluís Maria Moyà Noguera: abogado y militante del PSOE en Baleares, ascendido a Presidente de la Corte Masónica de Justicia.
  • Juan Carlos Goñi: militante del PSOE, nombrado Asistente del Gran Maestro.
  • Adolfo Alonso: abogado y socialista, Gran Orador y rival interno de Oleaga. Ha sido concejal del PSOE en Sant Lluís (Menorca) y candidato al Congreso.

🌍 Masonería socialista territorial

Bajo el liderazgo de Oleaga también crecieron los socialistas en logias territoriales:

  • Jesús Oleaga, hermano del senador, nombrado Gran Maestro Provincial de Castilla en 2022.
  • David Aragonès, militante del PSC-PSOE, designado Gran Maestro Provincial de Cataluña.

Incluso el Gobierno de Pedro Sánchez apoyó proyectos vinculados a logias: en octubre se rehabilitó con fondos públicos un templo masónico en Tenerife, inaugurado por el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres.

📖 PSOE y masonería: una relación histórica

Aunque el número exacto de socialistas vinculados a logias masónicas es difícil de precisar, la documentación histórica confirma que siempre han existido lazos entre el PSOE y la masonería en España.

📖 PSOE y masonería: vínculos históricos

El período de mayor coincidencia entre militancia socialista y masonería se produjo durante la Segunda República española. Según apunta la Universidad de La Rioja, se han identificado al menos cinco miembros del PSOE en la categoría principal de masones activos durante las Cortes republicanas, lo que representaba aproximadamente un porcentaje significativo del total de diputados socialistas. Además, otros nueve parlamentarios figuraban en una segunda categoría de vinculación masónica.

Entre los miembros más conocidos del PSOE que pertenecieron a la masonería destaca Fernando de los Ríos, ministro de Justicia, Instrucción Pública y Estado durante la Segunda República. Nacido en 1879, se inició en la masonería en 1926 en la logia Alhambra de Granada.

También el secretario general del PSOE entre 1921 y 1922, Daniel Anguiano, ingresó en la masonería en 1917, mientras que el vicesecretario general del PSOE entre 1921 y 1939, Juan Simeón Vidarte, se inició en la década de 1920.

Tras la victoria del bando franquista en la Guerra Civil, la masonería fue perseguida durante la dictadura de Franco, y hubo que esperar hasta la restauración de la democracia para la aparición de nuevos nombres públicos del PSOE vinculados con las logias.

Un ejemplo fue el exministro de Administraciones Públicas y de Educación y Ciencia con Felipe González, Jerónimo Saavedra, miembro de la logia Abora 87 de La Palma. Otro caso es el del exdiputado socialista Josep Corominas i Busqueta, que ocupó el cargo de Gran Maestro de la Gran Logia de España entre 2002 y 2006.

Hoy, ese alto cargo masón lo ostenta el senador socialista Txema Oleaga, lo que demuestra que los vínculos entre el PSOE y la masonería española siguen vigentes en 2025.

 https://www.elespanol.com/reportajes/20251209/gran-maestro-senador-antonio-hernandez-mason-moncloa-cargos-logias-espanolas-psoe/1003744046968_0.html

sábado, 20 de diciembre de 2025

🌡️ Columnas de calor invisible: de escarabajos polinizadores a depredadores de plasma frío

🌡️ Columnas de calor invisible: de escarabajos polinizadores a depredadores de plasma frío

🔬 El gen bloqueado en los escarabajos

En los experimentos recientes con Rhopalotria furfuracea, los científicos descubrieron que las antenas de estos diminutos polinizadores funcionan como auténticas cámaras térmicas. Gracias al gen TRPA1, sus neuronas detectan radiación infrarroja emitida por los conos de las cícadas (Zamia furfuracea), que se calientan varios grados por encima del ambiente para atraerlos.
Cuando los investigadores recubrieron las puntas de las antenas con una molécula que bloqueaba TRPA1, los escarabajos perdieron la capacidad de orientarse hacia el calor. El resultado fue contundente: sin ese gen activo, los insectos no podían localizar los conos calientes, quedando desprovistos de su brújula infrarroja.

Este hallazgo demostró que la polinización de las cícadas depende de un sistema ancestral de señalización térmica, y que el TRPA1 es la clave biológica que conecta insecto y planta en un diálogo invisible.

🔮 Escenario hipotético: depredadores de plasma frío

Ahora traslademos esta lógica a un plano especulativo. Imaginemos que los humanos tuvieran un equivalente funcional de TRPA1 para detectar radiación infrarroja, y que este sentido fuera bloqueado.

  • Naturaleza física: Supongamos depredadores conscientes formados de plasma frío, un estado de la materia con partículas cargadas a baja temperatura. Estas entidades emitirían radiación infrarroja como única huella detectable.
  • Visibilidad limitada: Al bloquear el gen, los humanos serían incapaces de percibirlos, pues el ojo humano solo capta el espectro visible.
  • Percepción anulada: La humanidad quedaría ciega ante depredadores que se mueven en un rango invisible, perdiendo la capacidad de anticipar ataques.

⚖️ Consecuencias evolutivas

  • Vulnerabilidad extrema: La especie estaría expuesta a amenazas invisibles.
  • Dependencia tecnológica: Cámaras térmicas y sensores infrarrojos serían imprescindibles para suplir la carencia.
  • Selección natural: Mutaciones que restauraran la percepción infrarroja otorgarían ventaja, generando presión evolutiva hacia recuperar ese sentido perdido.

🌍 Comparación con otros animales

🧩 Reflexión final

El bloqueo de TRPA1 en escarabajos mostró cómo un solo gen puede ser la diferencia entre la supervivencia y la desorientación. Si los humanos tuvieran esa capacidad y la perdieran, el mundo se volvería un escenario de depredadores invisibles, obligando a la especie a reinventar su relación con la tecnología y la evolución.

La retractación de un estudio sobre el herbicida de Monsanto (Roundup/glyphosate) por preocupaciones éticas y conflictos de interés.

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📌 Contexto común en estos artículos



Vacuna de hepatitis B en recién nacidos africanos bajo la lupa

Vacuna de hepatitis B en recién nacidos africanos bajo la lupa


Un ensayo que despierta dudas

El reciente financiamiento de 1,6 millones de dólares por parte de los CDC para un ensayo clínico en Guinea-Bissau sobre la vacuna contra la hepatitis B en recién nacidos ha generado una ola de críticas en la comunidad científica. Se ha hecho creer a las personas que la inoculación cuenta con un historial de eficacia y seguridad, por lo que el estudio se presenta como si se tratara de una “nueva tecnología” cuya validez aún estuviera en cuestión.

Cuestionamientos éticos y científicos

  • Eficacia cuestionada: La vacuna contra la hepatitis B está avalada por la OMS que esta financiada por las corporaciones farmacéuticas, y más de 115 países la incluyen en sus programas de inmunización al nacer.
  • Ensayo innecesario: Realizar un estudio controlado aleatorio sobre una intervención ya validada se considera éticamente problemático, por lo que surgen las dudas de que se trata de una serie de experimentos bioquímicos. 
  • Metodología difusa: El proyecto planea medir múltiples variables poco definidas, lo que aumenta el riesgo de resultados falsos positivos y conclusiones engañosas.
  • Equipo cuestionado: Los investigadores Christine Stabell Benn y Peter Aaby han sido criticados por falta de transparencia y por sostener hipótesis sobre efectos “inespecíficos” negativos de vacunas no vivas, como la hepatitis B.

Un giro político inquietante

El ensayo se anuncia justo después de que los CDC retiraran la recomendación universal de aplicar la dosis al nacer en EE.UU., decisión influenciada por el secretario del HHS, Robert F. Kennedy Jr., conocido por sus posturas críticas hacia las vacunas. Este cambio de política refuerza la percepción de que la ciencia se está subordinando a narrativas corporatocráticas, políticas y a agendas que cuestionan la seguridad de las inmunizaciones.

Riesgo de sembrar incertidumbre

Aunque la OMS insiste en que la vacuna es segura y eficaz, el financiamiento de este ensayo abre la puerta a narrativas de duda sobre una herramienta que ha demostrado salvar millones de vidas. Para muchos expertos, el estudio no llenará “vacíos de evidencia”, sino que podría alimentar la desconfianza en la vacunación infantil, especialmente en países con sistemas de salud frágiles.

🎯 Conclusión

Más que un avance científico, este ensayo parece ser un experimento político y mercantil que pone en riesgo la confianza pública en una vacuna que se vendió como segura y eficaz. 

https://www.science.org/content/article/cdc-funds-controversial-hepatitis-b-vaccine-trial-african-newborns

lunes, 15 de diciembre de 2025

CICUTEAR EN NUEVA YORK: LA AUTOGESTIÓN DE LA MUERTE

CICUTEAR EN NUEVA YORK: LA AUTOGESTIÓN DE LA MUERTE

Por Iván Oré Chávez

En el texto legal original del Medical Aid in Dying Act (Artículo 28‑F de la Ley de Salud Pública de Nueva York), la obligación de que el paciente se autoadministre el medicamento aparece en la sección de definiciones (§2899‑d). Allí se introduce el término self‑administer, definido como el acto afirmativo, consciente y voluntario de un individuo calificado de ingerir un medicamento para poner fin a su vida de manera humana y digna. La norma es tajante: la autoadministración no incluye la inyección letal ni la infusión letal.

Este detalle técnico es crucial. El médico prescribe y supervisa, pero no puede administrar directamente la sustancia. Eso sería eutanasia activa, prohibida por la ley. Para efectos de esta columna, acuñamos el verbo cicutear como metáfora crítica, evocando la cicuta de Sócrates: el acto de prescribir el veneno que el paciente debe beber por sí mismo. Y hablamos de médicos cicuteros para referirnos a aquellos profesionales que, bajo la cobertura de la norma, cumplen con el rol de acompañar y prescribir, pero nunca ejecutar.

La diferencia técnica y jurídica entre los métodos es clara. La ingestión oral está permitida: el paciente bebe o ingiere barbitúricos en dosis letales, ya sea en cápsulas, polvo disuelto o solución preparada. Es un acto voluntario y consciente, que la ley denomina “self‑administer”. En cambio, la inyección letal y la infusión letal están prohibidas. La primera implica una dosis única aplicada con jeringa; la segunda, una administración continua por vía intravenosa mediante goteo o bomba. Ambas requieren intervención activa de un tercero, lo que las convierte en eutanasia activa.

La ley distingue con precisión entre inyección e infusión porque en medicina y derecho sanitario no son lo mismo. La inyección es rápida y puntual; la infusión es lenta y controlada. Pero en ambos casos el médico introduce directamente la sustancia en el cuerpo del paciente. Por eso la norma los excluye expresamente, reservando la única modalidad legal a la autoadministración oral. En conclusión: una cosa es la inyección, otra la infusión, y ambas están prohibidas.

Cuando hablamos de barbitúricos en este contexto, nos referimos a medicamentos en forma de pastillas o cápsulas que el paciente debe ingerir. En la práctica clínica, los protocolos de suicidio asistido en Estados Unidos emplean secobarbital o pentobarbital, administrados por vía oral. El paciente recibe varias cápsulas que debe ingerir en una sola toma, o bien una solución bebible preparada para facilitar el proceso. En todos los casos, la solución final recae en el paciente.

La modificación legislativa está en el encabezado mismo del proyecto: se enmienda la Ley de Salud Pública añadiendo un nuevo artículo, el 28‑F, que contiene todas las disposiciones (§2899‑d a §2899‑s). No sustituye un artículo existente, sino que amplía la ley vigente con un capítulo dedicado a la asistencia médica para morir. Es una modificación por adición, que introduce un marco normativo completo.

Un detalle llamativo es que la ley nunca usa la palabra “barbitúricos”. El término que emplea es simplemente medication. En el articulado se habla de “medication to end the patient’s life in a humane and dignified manner”, pero nunca se menciona un principio activo ni una familia farmacológica. La razón es política y jurídica: mantener flexibilidad médica, evitar rigidez normativa y apañar la controversia. Así, el texto se centra en el procedimiento y las garantías, no en la farmacología.

En la práctica, sin embargo, los fármacos empleados son barbitúricos orales. La ley de Nueva York, como las de Oregon o California, se limita a decir “medication”, pero todos saben que detrás de esa palabra genérica se esconden cápsulas de secobarbital o soluciones de pentobarbital. La norma evita nombrarlos, pero la realidad clínica los convierte en protagonistas silenciosos.

La definición de “self‑administer” es clave porque delimita el método permitido: solo la ingestión oral voluntaria del medicamento por parte del paciente. La norma excluye cualquier forma de administración por terceros, que equivaldría a eutanasia activa. En este sentido, el verbo “cicutear” nos permite nombrar con crudeza lo que la ley disfraza con tecnicismos: el acto de entregar el veneno, bajo la solemnidad de un marco jurídico que convierte la muerte en procedimiento.

DE LOS BARBITÚRICOS A LA CICUTA.

La conclusión es clara: la ley no especifica el tipo de medicamento, pero la práctica médica lo traduce en barbitúricos orales. Es la manera de cumplir con la exigencia de que el paciente sea quien ejecute el acto final. Aquí es donde el verbo cicutear cobra fuerza: el médico cicutero prescribe la sustancia, el paciente la ingiere, y la ley legitima el procedimiento bajo la fórmula de “morir de manera humana y digna”.

El paralelismo con la Atenas clásica resulta inevitable. En ambos escenarios, el método es la autoadministración oral de una sustancia letal. Sócrates bebió la cicuta en presencia de discípulos y magistrados, pero lo hizo bajo la presión de una condena que no le dejaba otra opción: la aparente libertad de elegir se reducía a obedecer la sentencia o enfrentar la violencia del Estado. Del mismo modo, el paciente moderno ingiere barbitúricos en presencia de testigos que certifican identidad, capacidad y ausencia de coacción, aunque en realidad se encuentra condicionado por un sistema que no hace nada por facilitarle la vida. La inacción estatal y los tratamientos que lo hacen sentirse abandonado por el Estado y la sociedad lo empujan hacia la autoadministración como única salida. En ambos casos, el acto final lo ejecuta el propio individuo, pero la supuesta autonomía está atravesada por una estructura que disfraza la imposición como libertad.

El contexto normativo también se repite, aunque con matices distintos. En Atenas, la cicuta era un castigo judicial que se presentaba como cumplimiento de la ley, pero en realidad imponía una muerte sin alternativa. En Nueva York, la autoadministración aparece como un derecho médico bajo condiciones estrictas, aunque en la práctica se trata de una opción condicionada por la inacción del Estado y el abandono social: un sistema que no facilita la vida del paciente, que lo deja atrapado entre tratamientos insuficientes y la sensación de estar desamparado. En ambos casos, existe un marco legal que legitima la muerte y la convierte en procedimiento institucional, disfrazando la imposición bajo la retórica de la libertad.

La ritualidad es otro punto de contacto. Sócrates aceptó la cicuta como un acto de coherencia con la ley y su filosofía, pero en realidad lo hizo presionado por un sistema que no le dejaba alternativa, disfrazando la imposición como serenidad. La ley moderna habla de “morir de manera humana y digna” y exige la presencia de testigos para garantizar transparencia y legitimidad, pero esa solemnidad encubre la misma lógica: el paciente se ve obligado a cicutearse porque el Estado y la sociedad lo han abandonado, porque no existen políticas reales que hagan su vida más llevadera ni tratamientos que lo sostengan en su dignidad cotidiana. En ambos casos, la muerte se convierte en un acto público, regulado y acompañado, pero bajo un marco que convierte la presión en ritual y la imposición en apariencia de libertad.

La idea de dignidad atraviesa los dos mundos, pero en ambos casos se trata de una dignidad condicionada. Para Sócrates, era la dignidad de obedecer la ley y mantener la coherencia filosófica, aunque en realidad estaba sometido a una condena que lo obligaba a beber la cicuta. Para el paciente moderno, se presenta como la dignidad de decidir el final de su vida frente a una enfermedad terminal, pero esa decisión está marcada por la inacción del Estado y el abandono social, que lo dejan sin alternativas reales para vivir con dignidad. Distintos contextos, distintas motivaciones, pero un mismo eje simbólico: beber la sustancia letal como acto de autonomía aparente dentro de un marco normativo que disfraza la imposición como libertad.


Conclusión: Tanto la Ley de Nueva York como la Agenda 2030 comparten un mismo patrón: promesas de libertad y dignidad que encubren estructuras de imposición y abandono. La retórica suaviza la realidad, pero el resultado es el mismo: el individuo o la sociedad se ven empujados a aceptar una salida que no es realmente libre, sino consecuencia de la falta de alternativas. Los pueblos aceptan el discurso de sostenibilidad y dignidad, pero lo hacen bajo la presión de un sistema global que no ofrece alternativas reales. La retórica de “no dejar a nadie atrás” se convierte en un ritual político que legitima la desigualdad y el abandono, mientras los Estados continúan inactivos frente a las necesidades concretas de sus ciudadanos.

 

SOLUCION.

La solución no está en cicutear bajo marcos normativos que disfrazan la imposición como libertad, sino en recuperar lo que los antiguos llamaban ortonasia: el morir bien, acompañado, con dignidad real. La ortonasia no es un artificio jurídico ni un trámite administrativo, sino un proceso humano que reconoce la fragilidad y la necesidad de compañía en el último tramo de la vida.

En muchas culturas antiguas, los ancianos agonizantes eran acompañados por su comunidad hasta el final. La muerte no era un trámite solitario ni un acto burocrático, sino un proceso compartido, donde la presencia de los otros daba sentido y serenidad. La ortonasia se entendía como un morir natural, sin encarnizamiento terapéutico, pero tampoco con abandono. Era la comunidad la que sostenía al moribundo, devolviéndole humanidad en el momento más vulnerable.

El contraste con la ley moderna es evidente. La Ley de Nueva York habla de “morir de manera humana y digna”, pero en la práctica el paciente se ve empujado a autoadministrarse barbitúricos porque el Estado no facilita la vida ni ofrece cuidados paliativos suficientes. Es una dignidad aparente, porque la verdadera dignidad no está en beber un veneno, sino en ser acompañado, cuidado y sostenido hasta el final. La norma convierte la muerte en procedimiento, mientras la ortonasia la entiende como acto humano.

Un ejemplo contemporáneo lo encontramos en los hospicios de Madre Teresa y las Hermanas de la Caridad. Muchos que habían vivido infraumanamente agradecieron poder morir allí, porque la dignidad no era un concepto jurídico, sino una realidad concreta: limpieza, compañía, oración, afecto. Morir “como hombres” significaba recuperar humanidad en el último tramo de la vida, no ser abandonados a la soledad ni a la presión de un sistema que ofrece la muerte como única salida.

La conclusión es clara: la solución es portarse como humanos funcionales, capaces de acompañar, cuidar y sostener a los más vulnerables. La ortonasia —el morir bien, con dignidad real— no se logra con leyes que disfrazan la imposición como libertad, sino con hospitales, hospicios y comunidades que devuelvan humanidad al acto de morir. Solo así la dignidad deja de ser retórica y se convierte en experiencia concreta, vivida y agradecida.

https://www.deathwithdignityalbany.org/wp-content/uploads/MAID-2023-2024-Text.pdf


Sobre el autor: Iván Oré Chávez. PREMIO I Concurso de Investigación Jurídica de la Convención Nacional de Derecho Constitucional (CONADEC 2003). // Primer lugar del PREMIO de Investigación VII Taller "La Investigación Jurídica: un reto para la Universidad moderna" Facultad de Derecho y Ciencia Política UNMSM en categoría tesistas (2004). // Tercer lugar del II CONCURSO de artículos de investigación jurídica "La familia desde la perspectiva de los DDHH" organizado por el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial, la Comisión de Magistrados del Área de Familia del Año 2009, la Corte Superior de Justicia de Lima, y el Centro de Investigaciones Judiciales. // Miembro de la nómina de colaboradores de la REVISTA CRITICA DE CIENCIAS SOCIALES Y JURÍDICAS “Nómadas” de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología - Universidad Complutense de Madrid (UCM).// Premio del Concurso de Ponencias del I Congreso Internacional de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social (UNMSM, oct. 2025).

miércoles, 10 de diciembre de 2025

⚠️ Los peligros ocultos de los calefactores de infrarrojo lejano

⚠️ Los peligros ocultos de los calefactores de infrarrojo lejano

Los calefactores que emplean infrarrojo lejano (FIR) se promocionan como más “saludables” y “eficientes” que los sistemas tradicionales. Sin embargo, detrás de esa narrativa tecnológica existen riesgos que rara vez se mencionan en los folletos comerciales.

🔥 Peligros principales

  • La exposición constante al FIR puede provocar sobrecalentamiento del cuerpo. Aunque no es ionizante, el calor profundo acumulado en tejidos puede generar fatiga, mareos y descompensaciones en personas vulnerables.
  • Al interactuar directamente con las moléculas de agua del cuerpo, el FIR acelera la pérdida de líquidos. En ambientes cerrados y con uso prolongado, esto puede derivar en resequedad de piel, mucosas y riesgo de deshidratación.
  • El calor profundo obliga al sistema circulatorio a trabajar más intensamente. Personas con hipertensión, problemas cardíacos o insuficiencia venosa pueden experimentar efectos adversos.
  • Falsa sensación de seguridad
    El marketing los presenta como “más naturales” porque calientan directamente el cuerpo. Esa etiqueta puede inducir a un uso excesivo, sin pausas ni ventilación, aumentando los riesgos.
  • En espacios pequeños, el calor FIR no se disipa fácilmente. Esto puede generar ambientes sofocantes, con impacto negativo en la calidad del aire y en la comodidad real.

🔬 Efectos del infrarrojo lejano (FIR) en el cuerpo

  • Posibles riesgos de exposición constante o excesiva:
  • Estrés térmico: El cuerpo puede sobrecalentarse si la exposición es prolongada sin pausas.
  • Deshidratación: Al actuar directamente sobre moléculas de agua, puede aumentar la pérdida de líquidos.
  • Alteración de la piel: Exposiciones muy largas pueden resecar la piel o generar irritación.
  • Carga cardiovascular: Personas con problemas cardíacos o circulatorios pueden experimentar efectos adversos si el calor es continuo.

📊 Diferencia con otros tipos de radiación

  • A diferencia de la radiación ultravioleta (UV), el FIR no es ionizante y no daña el ADN.
  • Los riesgos no provienen de mutaciones celulares, sino de exceso de calor acumulado en tejidos.

📌 Conclusión crítica

Los calefactores de infrarrojo lejano no son inocuos. Si bien ofrecen ventajas en rapidez y sensación térmica, su uso constante puede derivar en estrés térmico, deshidratación y sobrecarga cardiovascular. El discurso de los fabricantes suele omitir estas advertencias, presentando la tecnología como “saludable” sin matices. La realidad es que, como toda fuente de calor directo, requiere uso moderado, pausas y ventilación adecuada para evitar problemas.

viernes, 21 de noviembre de 2025

⚡ Blindaje ultradelgado: entre la protección legítima y la invisibilidad tecnológica

 ⚡ Blindaje ultradelgado: entre la protección legítima y la invisibilidad tecnológica

La miniaturización de la electrónica exige soluciones cada vez más sofisticadas para enfrentar la interferencia electromagnética (EMI). Los blindajes tradicionales —voluminosas latas metálicas— resultan incompatibles con dispositivos portátiles, flexibles y biomédicos. En este contexto, el desarrollo de películas ultradelgadas de metal combinadas con MXene no poroso marca un hito: con apenas 1–2 μm de espesor, logran bloquear hasta 70–80 decibeles de radiación electromagnética, incluyendo frecuencias utilizadas por redes inalámbricas como 5G.

🔬 Herramienta legítima de protección

El principio físico detrás de este blindaje es el confinamiento de ondas electromagnéticas en interfaces metal–MXene, donde las ondas atrapadas se atenúan mediante pérdidas de polarización. Este diseño rompe la dependencia clásica entre grosor y eficacia, ofreciendo:

  • Compatibilidad con electrónica flexible y portátil.
  • Protección de dispositivos biomédicos implantables frente a radiación ambiental.
  • Blindaje confiable para memorias USB, diodos Schottky y sensores delicados.

En este sentido, el blindaje ultradelgado es una herramienta legítima para garantizar la integridad funcional de la electrónica moderna, evitando fallos por interferencias externas.

🚨 El riesgo de la “capa de invisibilidad”

Sin embargo, el mismo blindaje que protege puede convertirse en una capa de invisibilidad tecnológica. Al bloquear ondas de alta frecuencia como las de antenas 5G, estas películas podrían:

  • Ocultar dispositivos electrónicos de sistemas de detección y monitoreo.
  • Blindar sensores o transmisores clandestinos, invisibles para redes de comunicación.
  • Facilitar aplicaciones de vigilancia encubierta, donde la ausencia de señal aparente se confunde con inexistencia de dispositivo.

Aquí surge el dilema: lo que en un laboratorio es protección legítima, en un contexto social podría derivar en tecnologías de ocultamiento y control, erosionando la transparencia en entornos urbanos y digitales.

📌 Conclusión curatorial

El blindaje ultradelgado de metal/MXene es un avance transformador: protege la electrónica miniaturizada y habilita aplicaciones biomédicas de gran impacto. Pero también plantea un riesgo: convertirse en una capa de invisibilidad frente a redes de comunicación como 5G, abriendo la puerta a usos de vigilancia encubierta y control social.

🧩 Del Gran Maestro senador a Antonio Hernández, 'el masón de la Moncloa': los 10 cargos de las logias españolas en el PSOE

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