viernes, 21 de noviembre de 2025

⚡ Blindaje ultradelgado: entre la protección legítima y la invisibilidad tecnológica

 ⚡ Blindaje ultradelgado: entre la protección legítima y la invisibilidad tecnológica

La miniaturización de la electrónica exige soluciones cada vez más sofisticadas para enfrentar la interferencia electromagnética (EMI). Los blindajes tradicionales —voluminosas latas metálicas— resultan incompatibles con dispositivos portátiles, flexibles y biomédicos. En este contexto, el desarrollo de películas ultradelgadas de metal combinadas con MXene no poroso marca un hito: con apenas 1–2 μm de espesor, logran bloquear hasta 70–80 decibeles de radiación electromagnética, incluyendo frecuencias utilizadas por redes inalámbricas como 5G.

🔬 Herramienta legítima de protección

El principio físico detrás de este blindaje es el confinamiento de ondas electromagnéticas en interfaces metal–MXene, donde las ondas atrapadas se atenúan mediante pérdidas de polarización. Este diseño rompe la dependencia clásica entre grosor y eficacia, ofreciendo:

  • Compatibilidad con electrónica flexible y portátil.
  • Protección de dispositivos biomédicos implantables frente a radiación ambiental.
  • Blindaje confiable para memorias USB, diodos Schottky y sensores delicados.

En este sentido, el blindaje ultradelgado es una herramienta legítima para garantizar la integridad funcional de la electrónica moderna, evitando fallos por interferencias externas.

🚨 El riesgo de la “capa de invisibilidad”

Sin embargo, el mismo blindaje que protege puede convertirse en una capa de invisibilidad tecnológica. Al bloquear ondas de alta frecuencia como las de antenas 5G, estas películas podrían:

  • Ocultar dispositivos electrónicos de sistemas de detección y monitoreo.
  • Blindar sensores o transmisores clandestinos, invisibles para redes de comunicación.
  • Facilitar aplicaciones de vigilancia encubierta, donde la ausencia de señal aparente se confunde con inexistencia de dispositivo.

Aquí surge el dilema: lo que en un laboratorio es protección legítima, en un contexto social podría derivar en tecnologías de ocultamiento y control, erosionando la transparencia en entornos urbanos y digitales.

📌 Conclusión curatorial

El blindaje ultradelgado de metal/MXene es un avance transformador: protege la electrónica miniaturizada y habilita aplicaciones biomédicas de gran impacto. Pero también plantea un riesgo: convertirse en una capa de invisibilidad frente a redes de comunicación como 5G, abriendo la puerta a usos de vigilancia encubierta y control social.

🧩 Exoesqueletos blandos y drones de patrullaje: el doble filo de los músculos artificiales por ultrasonido

 🧩 Exoesqueletos blandos y drones de patrullaje: el doble filo de los músculos artificiales por ultrasonido

La ciencia avanza hacia un horizonte donde los límites entre lo biológico y lo artificial se difuminan. Los músculos artificiales programables por ultrasonido, construidos con membranas flexibles que albergan miles de microburbujas resonantes, representan un salto tecnológico capaz de transformar tanto la medicina como la robótica. Su ligereza, respuesta rápida y capacidad de deformación programable los convierten en candidatos ideales para aplicaciones que van desde la rehabilitación humana hasta la movilidad autónoma de máquinas.


En el terreno biomédico, esta tecnología abre la puerta a exoesqueletos blandos y ligeros, capaces de ajustarse como una segunda piel. A diferencia de los exoesqueletos rígidos, estos sistemas podrían asistir a pacientes en procesos de rehabilitación, potenciar la fuerza en personas con movilidad reducida o integrarse en prótesis avanzadas que imiten el comportamiento muscular natural. La promesa es clara: devolver autonomía y mejorar la calidad de vida mediante dispositivos que se integran de manera orgánica con el cuerpo humano.


🔬 Repetibilidad y robustez: avances y límites

Los experimentos demostraron que los músculos artificiales mantienen una flexión repetible durante cientos de ciclos de excitación ultrasónica, con errores mínimos (±0,8 mm en 150 ciclos). Sin embargo, tras 10.000 ciclos las microburbujas desaparecen y la deformación se reduce, mostrando los límites de durabilidad.

El stingraybot biomimético confirmó que el movimiento ondulatorio sostenido depende de la excitación de frecuencia de barrido: sin microburbujas o con excitación continua a una sola frecuencia, el robot se hunde o apenas se desplaza. Con barrido, en cambio, logra nadar más de 3,5 longitudes corporales, validando la importancia del diseño programable.

La robustez se evaluó en sangre porcina y soluciones acuosas: el actuador funcionó eficazmente en fluidos con viscosidad fisiológica, aunque la deformación disminuyó en medios más densos como glicerol al 100%. También se probó frente a obstrucciones sólidas: la deformación se redujo hasta un 90% con bloqueos frontales, pero se mantuvo funcional detrás de costillas porcinas, mostrando que la tecnología puede operar en entornos biológicos complejos aunque requiere posicionamiento estratégico.

Las simulaciones numéricas con COMSOL y Matlab confirmaron la relación cuadrática entre voltaje y deformación, y validaron que la fuerza de empuje acústico-fluídico de las microburbujas es el motor dominante. Estos resultados refuerzan la conclusión: estamos ante una plataforma robusta, repetible y programable, aunque aún limitada en durabilidad y autonomía.

🚨 El riesgo del transhumanismo

La misma tecnología que promete rehabilitación y terapias mínimamente invasivas también puede derivar en exoesqueletos sintéticos coercitivos o drones blandos de patrullaje. La capacidad de adherirse a órganos, administrar sustancias de manera dirigida y moverse de forma autónoma dentro de cuerpos o espacios confinados abre un escenario inquietante: el paso de la medicina a la integración forzada de dispositivos en el cuerpo humano, bajo la lógica del transhumanismo.

El discurso transhumanista suele presentar estas tecnologías como inevitables mejoras de la especie, pero detrás de esa narrativa se esconde el riesgo de que la frontera entre asistencia y control se diluya. Un exoesqueleto blando puede ser rehabilitación, pero también puede convertirse en un mecanismo de vigilancia corporal. Una piel robótica puede ser terapia cardíaca, pero también un implante de control fisiológico. Un robot biomimético puede navegar en un estómago para liberar fármacos, pero también para monitorear o intervenir sin consentimiento.

📌 Conclusión

Sí, esta tecnología puede evolucionar hacia exoesqueletos blandos y drones de patrullaje. El reto es garantizar que se usen para rehabilitar y mejorar la vida, y no para vigilar o controlar. Los avances en repetibilidad, robustez y simulaciones refuerzan su potencial biomédico, pero también denuncian el riesgo de transhumanismo: que la frontera entre curar y controlar se borre bajo el discurso del progreso tecnológico.

El futuro de los músculos artificiales por ultrasonido dependerá menos de su capacidad técnica que de las decisiones éticas y políticas que tomemos hoy. La denuncia es clara: no podemos permitir que la medicina se convierta en un laboratorio de control social disfrazado de mejora humana.

https://www.nature.com/articles/s41586-025-09650-3

🧩 Grafeno y ADN: entre la medicina de precisión y la vigilancia invisible

🧩 Grafeno y ADN: entre la medicina de precisión y la vigilancia invisible

La unión de dos tecnologías emergentes —el grafeno, material ultradelgado y conductor, y los circuitos de ADN, capaces de procesar información y aprender de entradas repetidas— abre un horizonte que oscila entre la promesa médica y el riesgo social. En teoría, esta combinación puede dar lugar a sistemas híbridos capaces de reconocer patrones humanos con una precisión inédita.

En el terreno científico, las aplicaciones son legítimas y necesarias. Sensores de grafeno pueden detectar biomarcadores en tiempo real, mientras que redes químicas basadas en ADN procesan esa información para diagnosticar enfermedades, anticipar crisis neurológicas o diseñar terapias personalizadas. Además, los circuitos de ADN alimentados por calor han demostrado que pueden recargarse y reiniciarse en minutos, evitando acumulación de residuos y sosteniendo cálculos iterativos. Este principio de reutilización abre la posibilidad de sistemas moleculares que aprenden espontáneamente de su entorno, acercando la nanotecnología a comportamientos similares al aprendizaje biológico.

🔬 Catalizadores reutilizables y cinética en cascada

Un avance clave que refuerza esta conclusión es el desarrollo de catalizadores de ADN reutilizables. A diferencia de los catalizadores de un solo uso, se diseñaron compuertas en horquilla capaces de liberar y recapturar entradas mediante ciclos de calor, logrando hasta 82 rotaciones en 24 horas con una sola entrada. Las simulaciones y experimentos mostraron que ajustes mínimos —como introducir un abultamiento o eliminar un nucleótido en el punto de apoyo— permiten equilibrar velocidad de reacción y eficiencia de reinicio, alcanzando tasas de éxito superiores al 90% incluso tras 100 rondas de reinicio.

Este diseño no solo amplifica señales de manera robusta, sino que demuestra que los sistemas moleculares pueden mantener funciones estables en el tiempo, un requisito esencial para cualquier red que aspire a reconocer patrones de manera confiable.

La investigación también abordó la cinética y la cascada de reacciones, mostrando que las redes neuronales de ADN tipo “el ganador se lo lleva todo” dependen de tasas iguales en vías de reacción en competencia para clasificar patrones moleculares con precisión. Se comprobó que diferencias cinéticas de más de 10 veces entre puertas en horquilla pueden sesgar resultados, lo que subraya la necesidad de un control fino de la velocidad para evitar errores en la clasificación. Este hallazgo es crucial: demuestra que las redes químicas pueden reconocer patrones complejos, pero también que su fiabilidad depende de un diseño extremadamente cuidadoso.

🚨 Riesgos de vigilancia

El mismo potencial que entusiasma a la ciencia plantea dilemas éticos de gran magnitud. Si estos sistemas híbridos pueden reconocer patrones humanos, también podrían ser usados para vigilar conductas, emociones o decisiones. La idea de catalizadores reutilizables y redes químicas capaces de clasificar patrones, combinadas con la sensibilidad extrema del grafeno, sugiere escenarios donde el monitoreo de personas se vuelva invisible y continuo. La reutilización molecular, que en medicina es una ventaja, en vigilancia podría convertirse en un mecanismo de control persistente.

📌 Conclusión

La combinación de grafeno y circuitos de ADN podría, en teoría, crear redes capaces de reconocer patrones humanos. Esto abre aplicaciones médicas y científicas legítimas, pero también riesgos de vigilancia y control que deben ser regulados. Los avances en catalizadores reutilizables y en circuitos en cascada capaces de clasificar patrones moleculares refuerzan la idea de que estamos ante tecnologías con un poder transformador. El desafío no es solo técnico, sino político y ético: decidir si estas tecnologías se usarán para curar y aprender, o para vigilar y controlar.

https://www.nature.com/articles/s41586-025-09570-2

🌐 Un chip óptico reprogramable y programador de la conducta humana.

🌐 Un chip óptico reprogramable y programador de la conducta humana.

La óptica no lineal es una rama de la física que permite manipular la luz de formas avanzadas, como cambiar su frecuencia o generar nuevas señales. Hasta ahora, los dispositivos que usan estas propiedades se fabricaban con una función fija: cada chip estaba diseñado para una tarea específica y no podía modificarse después. Esto limitaba mucho su uso, porque si cambiaban las condiciones o se necesitaba otra función, había que construir un nuevo dispositivo.

🔧 La innovación

Los investigadores desarrollaron un chip fotónico que sí puede reprogramarse. Se trata de una guía de ondas plana en la que la propiedad clave, llamada no linealidad χ(2), se puede modificar dinámicamente. Esto se logra aplicando un campo eléctrico sobre una capa fotoconductora y proyectando patrones de luz que cambian cómo se comporta el chip. En la práctica, significa que el mismo dispositivo puede realizar distintas funciones según cómo se configure.

📊 Resultados

Con este chip se demostró que es posible controlar la luz en varios aspectos: su color (espectral), su forma (espacial) y ambos a la vez. Además, el dispositivo puede actualizarse cada segundo, adaptarse a cambios ambientales y corregir errores automáticamente. En pruebas, logró generar luz de segundo armónico (duplicar la frecuencia de la luz) de manera flexible y robusta, algo que antes requería fabricar chips distintos para cada función.

🚀 Importancia

Este avance rompe con la idea de “un chip, una función” y abre la puerta a aplicaciones mucho más versátiles. Entre ellas están la computación óptica, las puertas cuánticas programables, las fuentes de luz cuántica, el procesamiento de señales ópticas y la detección avanzada con luz estructurada. En resumen, se trata de un paso hacia dispositivos ópticos que pueden adaptarse en tiempo real a lo que se necesite.

👉 En palabras simples: es un chip que puede cambiar cómo manipula la luz en cada momento, lo que lo hace útil para muchas tecnologías ópticas y cuánticas.

🧠 ¿Qué podría pasar con implantes de grafeno en el cerebro que reaccionen a la luz?

El grafeno es un material extremadamente delgado (una sola capa de átomos de carbono), muy conductor y sensible a estímulos externos como la luz y el calor. En laboratorio se ha probado que puede convertir señales ópticas en eléctricas, lo que lo hace atractivo para aplicaciones neurológicas.

Si se inyectaran implantes de grafeno que reaccionan a la luz, podrían modular la actividad neuronal al transformar estímulos luminosos en señales eléctricas. Esto abriría la posibilidad de estimular o inhibir neuronas de manera precisa, similar a lo que hoy se hace con técnicas como la optogenética (que usa proteínas sensibles a la luz). Podría servir para restaurar funciones en casos de daño neurológico, por ejemplo, mejorar la visión, el control motor o tratar epilepsia.

Aplicaciones potenciales

Riesgos y desafíos

El cerebro es extremadamente sensible: introducir grafeno podría generar inflamación, toxicidad o rechazo inmunológico. La exposición a luz dentro del tejido cerebral tendría que ser muy controlada para evitar daños. Aún no se sabe cómo reaccionaría el cerebro a largo plazo frente a materiales como el grafeno.

👉 En resumen: si el grafeno implantado en el cerebro reaccionara a la luz, podría usarse para controlar neuronas con precisión y abrir nuevas terapias médicas, pero también plantea riesgos biológicos y éticos enormes.

🧠 ¿Podría controlarse el comportamiento humano con implantes de grafeno que reaccionen a la luz?

En teoría, sí podría influirse en el comportamiento. Si un implante de grafeno convierte señales de luz en impulsos eléctricos dentro del cerebro, podría activar o inhibir neuronas específicas. Como el comportamiento humano depende de redes neuronales, modular esas redes con estímulos externos podría alterar percepciones, emociones o decisiones. Esto se parece a lo que ya se hace en laboratorio con la optogenética, donde proteínas sensibles a la luz permiten controlar circuitos neuronales en animales.

Pero no es lo mismo que “control total”. El cerebro humano es extremadamente complejo y no basta con activar unas pocas neuronas para dirigir conductas completas. Lo que sí podría lograrse es modular estados: reducir dolor, inducir calma, mejorar concentración o alterar respuestas emocionales. Controlar decisiones complejas o la voluntad sería mucho más difícil y éticamente cuestionable.

Aplicaciones posibles y riesgos

  • Aplicaciones médicas: tratar epilepsia, depresión resistente, dolor crónico o restaurar funciones sensoriales.
  • Riesgos: manipulación indebida, pérdida de autonomía, efectos secundarios neurológicos.
  • El gran dilema: una tecnología capaz de modular el cerebro también podría usarse para controlar conductas sin consentimiento, lo que plantea problemas éticos y sociales enormes.

👉 En resumen: sí, un implante de grafeno sensible a la luz podría influir en el comportamiento humano al modular la actividad neuronal, pero no permitiría un control absoluto. Su potencial es médico y terapéutico, aunque también conlleva riesgos de manipulación.


https://www.nature.com/articles/s41586-025-09620-9

martes, 11 de noviembre de 2025

🧠 Implantes, grafeno y el truco de magia: ¿tecnología alienígena o biopolítica avanzada?

🧠 Implantes, grafeno y el truco de magia: ¿tecnología alienígena o biopolítica avanzada?

Por Iván Oré ChávezREALBIOPOLÍTICARBP

En los márgenes entre ciencia oficial y especulación tecnológica, hay un terreno fértil donde convergen los relatos de abducción extraterrestre y los desarrollos más avanzados en nanomateriales. En ese cruce, los llamados implantes alienígenas —extraídos por el Dr. Roger Leir sin rastros visibles de cirugía— comparten propiedades inquietantemente similares con el grafeno funcionalizado, especialmente en su forma líquida e inyectable. ¿Coincidencia? ¿Narrativa simbólica? ¿O un truco de magia biopolítica?


🧬 Coincidencias materiales: ¿qué decían los implantes?

El Dr. Leir, figura controvertida en la ufología médica, afirmó haber extraído más de una docena de objetos sólidos de personas que aseguraban haber sido abducidas. Estos objetos, según sus informes, presentaban propiedades como:

  • Magnetismo débil y emisión de frecuencias electromagnéticas.
  • Integración con tejidos sin inflamación ni cicatriz visible.
  • Composición metálica o cerámica no replicada por laboratorios convencionales.

Aunque sus estudios no fueron validados por la comunidad científica, su narrativa ha persistido como símbolo de intervención invisible sobre el cuerpo humano. 



⚛️ ¿Y si el grafeno ya estaba aquí?

El grafeno líquido, especialmente en forma de óxido de grafeno funcionalizado, ha sido investigado para aplicaciones biomédicas como sensores implantables, interfaces neuronales y liberación controlada de fármacos. Sus propiedades coinciden sorprendentemente con las atribuidas a los implantes:

Propiedad atribuida Implantes en abducidos Grafeno líquido funcionalizado
Magnetismo Emitían campos magnéticos débiles Puede ser magnetizado en forma multicapa
Emisión de frecuencias Se reportaban emisiones electromagnéticas Interactúa con campos eléctricos y sensores
Biocompatibilidad No generaban rechazo ni inflamación visible Compatible con tejidos humanos bajo ciertas condiciones
Integración con tejidos Recubiertos por membranas biológicas Se adhiere a matrices celulares
Composición no común Aleaciones metálicas no replicadas Puede combinarse con ferritas o metales raros


Estas propiedades están documentadas en revisiones como la de la Universidad Complutense de Madrid sobre aplicaciones biomédicas del grafeno y en artículos especializados sobre funcionalización química del grafeno para usos médicos.


🧠 El cuerpo como interfaz: biopolítica del implante

Más allá de la literalidad, esta convergencia sugiere una lectura simbólica: el cuerpo como campo de intervención tecnológica, donde lo visible y lo invisible se entrelazan. El implante —ya sea alienígena o nanotecnológico— representa una forma de captura, de inscripción silenciosa sobre la carne.

El grafeno, en este contexto, no es solo un material: es un dispositivo narrativo que encarna las tensiones entre vigilancia, autonomía y control. Su capacidad para integrarse sin dejar huella lo convierte en el truco de magia perfecto para una biopolítica del siglo XXI.


🧩 ¿Coincidencia o convergencia?

Aquí la hipótesis se afila: el implante podría tener origen en la inyección de resina grafenada, una formulación líquida que, al solidificarse dentro del cuerpo, genera estructuras invisibles, funcionales y resistentes. Esta resina —como las que se usan en aeronáutica, electrónica o medicina— puede portar nanopartículas de grafeno que se integran al tejido sin dejar rastros quirúrgicos. Puedes revisar las propiedades de estas resinas en esta síntesis técnica publicada por Graphenano, donde se detallan mejoras en resistencia mecánica, conductividad y biocompatibilidad.

La ausencia de cicatrices, la emisión de frecuencias, la integración tisular sin rechazo… todo ello podría leerse como una anticipación de lo que hoy permite la ciencia de frontera. No se trata de validar teorías conspirativas, sino de reconocer cómo la versión difundida prefigura tecnologías reales.


¿Y si el verdadero truco no es el implante, sino nuestra incapacidad de ver lo que ya está ocurriendo?
En tiempos donde la vigilancia se vuelve líquida y el control se disuelve en la biología, el grafeno podría ser el nuevo “implante invisible” de una era que aún no comprendemos del todo.


Sobre el autor: Iván Oré Chávez. PREMIO I Concurso de Investigación Jurídica de la Convención Nacional de Derecho Constitucional (CONADEC 2003). // Primer lugar del PREMIO de Investigación VII Taller "La Investigación Jurídica: un reto para la Universidad moderna" Facultad de Derecho y Ciencia Política UNMSM en categoría tesistas (2004). // Tercer lugar del II CONCURSO de artículos de investigación jurídica "La familia desde la perspectiva de los DDHH" organizado por el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial, la Comisión de Magistrados del Área de Familia del Año 2009, la Corte Superior de Justicia de Lima, y el Centro de Investigaciones Judiciales. // Miembro de la nómina de colaboradores de la REVISTA CRITICA DE CIENCIAS SOCIALES Y JURÍDICAS “Nómadas” de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología - Universidad Complutense de Madrid (UCM).// Premio del Concurso de Ponencias del I Congreso Internacional de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social (UNMSM, oct. 2025).

lunes, 10 de noviembre de 2025

🧭 Menos gente, más control: renta básica, obediencia y simulacro de justicia

🧭 Menos gente, más control: renta básica, obediencia y simulacro de justicia

En setiembre de 2015, la Asamblea General de la ONU adoptó la Agenda 2030 con 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y 169 metas. Diez años después, el balance revela una arquitectura global que no erradica la pobreza, no redistribuye riqueza y no transforma estructuras, pero sí perfecciona mecanismos de control. En este escenario, emergen tres modelos de gestión poblacional que convergen silenciosamente: redistribuir riqueza, reducir población o subsidiar cuerpos. Tres caminos que no liberan, sino que administran obediencia.



💰 Redistribuir: la capacidad fáctica que nunca se activa

En su columna La Agenda 2030 de la ONU y sus pobres avances, José Hilario López Agudelo cita un estudio de Tax Justice Network:

“Bastaría con un impuesto del 2 % a la riqueza de las 3.000 personas más ricas del mundo para dotar de protección social a 820 millones de personas empobrecidas.”

Este dato contrasta con la brecha de financiamiento estimada por la ONU para cumplir los ODS: 4 billones de dólares anuales. Mientras tanto:

  • Se ocultan entre 21 y 32 billones de dólares en paraísos fiscales.
  • En 2022, los subsidios a combustibles fósiles alcanzaron 7 billones de dólares, según el FMI.
  • Los países del norte destinan más del 5 % del PIB global al rearme, según SIPRI.

La capacidad fáctica de redistribuir existe, pero se elige no activarla. Porque sostener vidas implica redistribuir poder, y eso no está en la agenda.


🪨 Reducir: el número ideal de las Piedras Guía

Las Georgia Guidestones, erigidas en 1980 y destruidas en 2022, proponían:

“Mantener a la humanidad bajo 500 millones en perpetuo equilibrio con la naturaleza.”

Este número —grabado en ocho idiomas— se ha convertido en símbolo de una visión tecnocrática y eugenésica del mundo. En un planeta con más de 7.000 millones de habitantes, reducir la población no es solo una fantasía distópica, sino una estrategia de gobernanza. Menos gente, más control. Menos cuerpos, más eficiencia. Menos caos, más obediencia.

La coincidencia entre los 820 millones que podrían ser sostenidos y los 500 millones “ideales” revela una convergencia inquietante: la arquitectura global no busca sostener a todos, sino gestionar a los que se dejan controlar.

Esta lectura ha sido desarrollada visualmente por REALBIOPOLÍTICA – RBP en su cápsula curatorial sobre las Piedras Guía, disponible en esta publicación.


🤖 Subsidiar: la renta básica como dispositivo de obediencia

Entre 2019 y 2022, Sam Altman (CEO de OpenAI) financió el mayor experimento de Renta Básica Universal (UBI) en EE.UU., a través de OpenResearch:

  • Monto: 1.000 USD mensuales sin condiciones.
  • Duración: 3 años.
  • Resultados: reducción del estrés financiero, mejora en salud mental, sin caída significativa en empleo.

Puedes revisar los resultados en Xataka y Business Insider.

Pero detrás del alivio económico, emerge una lógica de control: subsidiar la obediencia. En un futuro dominado por la automatización y la inteligencia artificial, la renta básica no libera, domestica. Se convierte en salario de sumisión, en contrato tácito de silencio:

  • No protestes, recibe.
  • No cuestiones, consume.
  • No transformes, obedece.

La renta básica no redistribuye riqueza, redistribuye dependencia. Es el simulacro perfecto: dar sin emancipar, sostener sin liberar.


🧬 JAM MM 20, pandemia y cuerpo como templo

La cápsula visual JAM MM 20 14–8–16 de las Piedras Guía, articula la fecha de la declaración oficial de pandemia (11/03/2020) como evento fundacional de la biopolítica contemporánea. Según la OPS, ese día el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus anunció que el COVID-19 podía caracterizarse como pandemia global.

En paralelo:

  • Tisha B’Av 2016 (14–8–16) conmemora la destrucción del templo de Jerusalén.
  • 1 Corintios 6:19-20 recuerda que el cuerpo humano es templo del Espíritu Santo.
  • El mensaje curatorial: el cuerpo como templo ha sido profanado por la inoculación masiva, con un 66 % de la población mundial inoculada experimentalmente según cifras de Our World in Data.

La pandemia no solo activó protocolos sanitarios, activó una nueva fase de gobernanza sobre el cuerpo, donde la obediencia se mide en dosis, y la renta básica en silencio.


📊 Matriz comparativa

Modelo Cifra clave Mecanismo Lógica de control
Redistribución fiscal 820 millones sostenibles Impuesto del 2 % a ultrarricos Simulacro de justicia social
Reducción poblacional 500 millones “ideales” Control demográfico simbólico Eugenesia tecnocrática
Renta básica 1.000 USD mensuales (Altman) Subsidio sin condiciones Obediencia subsidiada

🧠 Conclusión: tres caminos, una misma estrategia

Redistribuir, reducir o subsidiar. Tres formas de gestionar cuerpos en un mundo que no quiere emanciparlos. Desde REALBIOPOLÍTICA – RBP proponemos una cuarta vía: revelar, resistir y reconfigurar. Porque la verdad detrás de la vida no está en los números, sino en las estructuras que los producen. Y porque la renta sin libertad es solo otra forma de ocupación funcional.


Sobre el autor: Iván Oré Chávez. PREMIO I Concurso de Investigación Jurídica de la Convención Nacional de Derecho Constitucional (CONADEC 2003). // Primer lugar del PREMIO de Investigación VII Taller "La Investigación Jurídica: un reto para la Universidad moderna" Facultad de Derecho y Ciencia Política UNMSM en categoría tesistas (2004). // Tercer lugar del II CONCURSO de artículos de investigación jurídica "La familia desde la perspectiva de los DDHH" organizado por el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial, la Comisión de Magistrados del Área de Familia del Año 2009, la Corte Superior de Justicia de Lima, y el Centro de Investigaciones Judiciales. // Miembro de la nómina de colaboradores de la REVISTA CRITICA DE CIENCIAS SOCIALES Y JURÍDICAS “Nómadas” de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología - Universidad Complutense de Madrid (UCM).// Premio del Concurso de Ponencias del I Congreso Internacional de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social (UNMSM, oct. 2025).

🧭 Del bolivarianismo al saqueo transnacional: la mutación del poder chavista.

🧭 Del bolivarianismo al saqueo transnacional: la mutación del poder chavista.


Introducción

La historia del chavismo no puede entenderse solo como una sucesión de liderazgos, sino como una mutación estructural del poder: de la diplomacia ideológica a la criminalidad organizada, del control estatal al saqueo transnacional. Nicolás Maduro, quien alguna vez fue el canciller encargado de exportar el castrochavismo con valijas diplomáticas y convenios energéticos, hoy comanda un régimen sostenido por más de 2,000 generales que administran sectores delictivos como si fueran ministerios paralelos. Esta transformación no solo ha devastado a Venezuela desde dentro, sino que ha proyectado sus redes hacia Colombia, Perú, Ecuador y Centroamérica, exportando crimen, migración forzada y captura institucional.

Lo que comenzó como un proyecto bolivariano terminó convertido en una maquinaria de saqueo transnacional, blindada por uniformes, protegida por pactos de silencio y lubricada por el petróleo. Esta columna propone una lectura crítica y documentada de esa mutación, anticipando además los escenarios de fragmentación, ocupación funcional y reconfiguración criminal que podrían emerger tras la eventual caída del régimen.

 

I. Chávez y la diplomacia ideológica

Durante el régimen de Hugo Chávez, el poder se articulaba en torno a una diplomacia de influencia regional, donde el petróleo era la moneda de cambio y la ideología el vehículo de expansión. La estatal petrolera PDVSA funcionaba como caja negra del régimen, financiando proyectos en Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Argentina y Brasil, bajo el paraguas de la “cooperación energética” y la “solidaridad latinoamericana”.

Entre 2006 y 2013, Nicolás Maduro ocupó el cargo de Canciller, desde donde tejió una red de pactos bilaterales, convenios energéticos y alianzas ideológicas. Según Wikipedia, su gestión diplomática fue clave en la consolidación de lo que algunos analistas denominaron la Internacional Bolivariana, integrada por líderes como Evo Morales, Rafael Correa, Lula da Silva y Daniel Ortega.

Bajo su dirección, Venezuela firmó acuerdos de suministro petrolero con condiciones preferenciales, promovió organismos como ALBA y Petrocaribe, y financió campañas políticas en países aliados. Estos convenios, como se documenta en la entrada de Petrocaribe, permitieron que Venezuela se proyectara como potencia ideológica, mientras centralizaba el poder financiero en manos del Ejecutivo, sin trazabilidad institucional.

La narrativa oficial hablaba de integración y soberanía, pero en la práctica, el financiamiento se camuflaba como cooperación, mientras se consolidaban redes de influencia política y económica. Maduro, como Canciller, no solo representaba al Estado venezolano, sino que administraba la distribución estratégica de recursos, controlando valijas diplomáticas, fondos especiales y operadores logísticos. Su rol como operador clave del chavismo quedó evidenciado en múltiples reestructuraciones de PDVSA, como la que se reportó en Infobae y Alberto News, donde Maduro intervino directamente en la cúpula petrolera.

Esta etapa fundacional del chavismo no exportaba crimen, sino capital simbólico y recursos energéticos, con el objetivo de blindar gobiernos afines y debilitar oposiciones internas en países receptores. Fue una diplomacia ideológica con vocación continental, sostenida por petróleo, pactos y propaganda. La narrativa era bolivariana, el método diplomático, y el financiamiento se camuflaba como cooperación

 

II. Maduro hereda el poder real

Tras la muerte de Hugo Chávez en marzo de 2013, Nicolás Maduro no solo asumió la presidencia, sino que heredó el control efectivo del aparato financiero, logístico y diplomático del chavismo. Su ascenso no fue solo constitucional, sino patrimonial: ya como Vicepresidente Ejecutivo y Canciller, Maduro tenía acceso directo a los principales operadores del régimen, consolidando una red de poder que le permitió centralizar recursos, rutas y lealtades.

Entre sus aliados clave estaban Rafael Ramírez, entonces presidente de PDVSA y Ministro de Energía, quien manejaba la caja negra del chavismo; Hugo “el Pollo” Carvajal, jefe de inteligencia militar, acusado posteriormente de narcotráfico por EE.UU.; y Tareck El Aissami, operador logístico y financiero, vinculado a redes de contrabando, lavado de dinero y relaciones con Irán y Hezbollah. Todos ellos formaban parte de un entramado que Maduro conocía y coordinaba desde su rol diplomático y ejecutivo.

Según Infobae, Maduro intervino directamente en la reestructuración de PDVSA tras denuncias de corrupción, desplazando a figuras históricas del chavismo como Asdrúbal Chávez. También, como reportó Alberto News, destituyó al primo de Chávez, Ramiro Valdés, consolidando su control sobre la industria petrolera.

Este proceso marcó el inicio de una militarización progresiva del poder. Maduro comenzó a ascender masivamente a oficiales de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), otorgando rangos de generalato como mecanismo de cooptación y fidelización. En 2024 y 2025, más de 200 nuevos generales fueron promovidos, como documentó Costa del Sol FM y Infobae.

Así, el poder simbólico del chavismo —basado en la narrativa bolivariana y la diplomacia ideológica— se transformó en poder efectivo, sostenido por una arquitectura de control castrense. La FANB dejó de ser un instrumento de defensa nacional para convertirse en columna vertebral del régimen, administrando sectores económicos, rutas ilícitas y pactos de impunidad.

 

III. El régimen de los 2,000 generales

La estructura de poder en Venezuela ha mutado de una verticalidad ideológica a una horizontalidad criminal funcional. Según reportes recientes, el número de generales activos en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) supera los 2,000 oficiales, una cifra desproporcionada incluso en comparación con potencias militares como Estados Unidos. Esta inflación de rangos no responde a necesidades operativas, sino a una lógica de cooptación política y distribución del botín.

Cada general administra un sector ilícito específico: narcotráfico, contrabando de oro, tráfico de armas, lavado de dinero o trata de personas. Esta estructura ha sido documentada como parte del llamado Cartel de los Soles, una red criminal incrustada en la cúpula militar venezolana. Según Infobae, esta organización ha sido designada como grupo terrorista por EE.UU. y opera con respaldo institucional, controlando rutas internacionales de drogas y ejecutando operaciones de lavado de activos.

El análisis de LISA News describe al Cartel de los Soles como una confederación criminal, donde la FANB actúa como eje logístico y cada general como “franquiciado” de un sector delictivo. Esta lógica no responde a una jerarquía militar clásica, sino a un modelo de lealtades cruzadas, donde el ascenso y la permanencia en el poder dependen de la rentabilidad del territorio o red bajo control.

La entrada de Wikipedia detalla que el cartel tiene presencia en Venezuela, Colombia, Bolivia, México, Nicaragua y Cuba, y mantiene alianzas con grupos como las disidencias de las FARC, el ELN y carteles mexicanos. La FANB, lejos de ser un instrumento de defensa nacional, se ha transformado en el brazo operativo de una economía criminal transnacional, blindada por uniformes, protegida por el Estado y proyectada hacia toda la región.

Incluso mientras el oficialismo niega su existencia —como lo hizo Diosdado Cabello en declaraciones recientes recogidas por Aporrea—, la evidencia documental, judicial y periodística confirma que el Cartel de los Soles no es una narrativa imperialista, sino una realidad estructural del poder en Venezuela.

 


IV. Exportación del crimen y saqueo regional

La estructura criminal del chavismo no se limita al territorio venezolano. Desde mediados de la década de 2010, ha desplegado una estrategia de expansión regional, proyectándose hacia Colombia, Perú, Ecuador, Bolivia y Centroamérica, mediante redes de contrabando, narcotráfico, minería ilegal y trata de personas. Esta expansión se camufla bajo la cobertura de la migración forzada, que ha desplazado a más de 7 millones de venezolanos, muchos de los cuales son instrumentalizados como logística humana para operaciones ilícitas.

En Cúcuta, ciudad fronteriza clave, se han documentado múltiples casos de lavado de dinero a través de casas de cambio, como reveló Pulzo, donde dos personas fueron capturadas por blanquear más de 50.000 millones de pesos colombianos, presuntamente vinculados a redes transnacionales. En Lima y Guayaquil, operan células financieras que canalizan dinero proveniente de extorsión, tráfico de oro y trata, como evidenció el caso de la banda criminal “Los Kilates” en Perú, dedicada a la exportación ilegal de lingotes de oro y al lavado de activos mediante empresas fachada, según Infobae y Exitosa Noticias.

Esta economía criminal circular permite sostener campañas políticas, comprar voluntades y expandir estructuras de captura institucional en países receptores. La diplomacia ideológica de Chávez —basada en el ALBA, Petrocaribe y la narrativa bolivariana— ha sido reemplazada por una diplomacia criminal bajo Maduro, donde los generales y operadores logísticos sustituyen a los embajadores como agentes de poder real. No representan al Estado, sino a una red de intereses ilícitos que se infiltra en sistemas financieros, partidos políticos y organismos de seguridad.

La exportación del crimen chavista no es una consecuencia colateral, sino una estrategia deliberada de supervivencia y expansión, que convierte a la región en un tablero de operaciones para una red criminal con fachada estatal.

 

V. Post-Maduro: balcanización y ocupación funcional

La eventual salida de Nicolás Maduro no augura una transición democrática ordenada, sino una descomposición del Cartel de los Soles, donde cada general buscará preservar su feudo criminal. Esta fragmentación territorial —la balcanización de Venezuela— se proyecta sobre zonas estratégicas como Zulia, Bolívar, Amazonas y Apure, que podrían quedar bajo control de grupos armados, carteles transnacionales o poderes locales con capacidad de fuego y redes ilícitas.

Mientras tanto, los campos petroleros serían asegurados por Chevron y operadores estadounidenses, bajo un modelo de administración semidirecta. Según El Economista, la licencia de Chevron se convirtió en una carta de negociación geopolítica, y su revocación por parte de Donald Trump en 2025 puso en riesgo la recuperación económica del país. La petrolera estadounidense representa no solo una fuente de divisas, sino un actor estratégico que podría operar con autonomía técnica y respaldo militar, en caso de colapso estatal.

El análisis de El Nacional advierte que la salida de Chevron y otras empresas como Halliburton y Schlumberger dejaría a PDVSA sin capacidad operativa, abriendo la puerta a una intervención funcional para proteger infraestructura energética. Esta lógica ya fue aplicada en Haití, Panamá y República Dominicana, donde EE.UU. tomó control de aduanas, puertos y enclaves estratégicos, dejando vastas regiones en estado de anomia institucional.

En Venezuela, esta ocupación energética selectiva implicaría que el subsuelo quede bajo tutela corporativa y geopolítica, mientras el resto del país se fragmenta en enclaves criminales, zonas sin ley y territorios disputados. El régimen chavista, al haber militarizado el aparato estatal, deja como herencia una confederación de poderes armados sin cohesión nacional, donde la reconstrucción democrática será vulnerable a sabotaje, extorsión y captura.

Como reporta Diario Las Américas, el régimen afirma tener un “plan secreto” tras el cese de Chevron, pero los analistas coinciden en que sin soporte técnico y financiero externo, la industria petrolera venezolana colapsaría, obligando a una intervención parcial para evitar que los campos caigan en manos de actores no estatales.

 

🧭 Ocupación funcional: precedentes en Haití, Panamá y República Dominicana

La lógica de ocupación funcional, donde Estados Unidos asegura enclaves estratégicos —puertos, aduanas, zonas energéticas— mientras deja el resto del territorio en estado de anomia institucional, no es nueva. Ha sido aplicada en distintos momentos del siglo XX y XXI en países del Caribe y Centroamérica, bajo pretextos de estabilización, lucha contra el narcotráfico o protección de intereses geopolíticos.

🇭🇹 Haití – Control aduanero y portuario

En 1905, EE.UU. impuso un acuerdo que le otorgaba control sobre las aduanas haitianas para garantizar el pago de la deuda externa. Posteriormente, entre 1915 y 1934, se produjo una ocupación militar directa, donde los marines tomaron el control de puertos, bancos y oficinas fiscales, mientras el resto del país quedaba bajo administración indirecta y represión rural. Esta lógica se repitió en las intervenciones de 1994 y 2004, donde las fuerzas internacionales priorizaron la seguridad de infraestructura crítica, dejando vastas regiones sin presencia estatal efectiva. Wikipedia – Ocupación estadounidense de Haití

🇩🇴 República Dominicana – Intervención y control económico

Entre 1916 y 1924, EE.UU. ocupó militarmente República Dominicana, tomando el control de las aduanas, el Banco Nacional y la infraestructura portuaria. El objetivo era garantizar el pago de la deuda externa y proteger intereses comerciales. Mientras tanto, el resto del país quedó bajo administración indirecta, con represión de movimientos campesinos y fragmentación territorial. Wikipedia – Ocupación estadounidense de República Dominicana

🇵🇦 Panamá – Canal y zonas de seguridad

Desde 1903 hasta 1999, EE.UU. controló el Canal de Panamá y su zona adyacente, bajo el Tratado Hay-Bunau Varilla. Esta franja fue administrada como territorio estadounidense, con presencia militar, aduanera y logística, mientras el resto del país operaba con autonomía limitada. La invasión de 1989 (Operación Causa Justa) también priorizó la toma de aeropuertos, puertos y centros de comando, sin intervención sostenida en zonas periféricas. Wikipedia – Invasión de Panamá

📌 Implicancia

Estos antecedentes revelan un patrón: EE.UU. no interviene para reconstruir Estados, sino para asegurar nodos estratégicos. En Haití, Panamá y República Dominicana, la ocupación funcional permitió controlar flujos económicos, rutas comerciales y enclaves energéticos, mientras vastas regiones quedaban en estado de abandono, violencia o informalidad.

En el caso venezolano, esta lógica podría replicarse tras la caída de Maduro: Chevron y operadores estadounidenses asegurarían los campos petroleros, mientras zonas como Zulia, Bolívar y Amazonas quedarían bajo disputa entre carteles, grupos armados y poderes locales. La ocupación funcional no busca gobernar, sino garantizar estabilidad energética y geopolítica, dejando la gobernanza territorial a su deriva.

 

🧭 Epílogo: del poder simbólico al saqueo transnacional

La mutación del chavismo revela una transición profunda y estructural: de valijas diplomáticas a rutas de lavado, de Maduro Canciller a Maduro Comandante, de internacional ideológica a red criminal transnacional. Lo que comenzó como un proyecto de integración bolivariana terminó convertido en una maquinaria de saqueo regional, blindada por uniformes, sostenida por petróleo y proyectada hacia enclaves financieros y fronteras vulnerables.

La eventual caída del régimen no será el fin del saqueo, sino el inicio de su redistribución territorial y funcional. Cada general, operador o aliado buscará preservar su feudo, migrar sus redes o negociar impunidad. La fragmentación del Estado venezolano —la balcanización— abrirá espacios para nuevas formas de ocupación funcional, donde actores externos asegurarán nodos estratégicos (como los campos petroleros), mientras vastas regiones quedarán en estado de anomia institucional.

En este escenario, la curaduría crítica será clave: para mapear actores, pactos y zonas de influencia; para consolidar trazabilidad documental; y para defender el acceso ciudadano a la verdad. La reconstrucción democrática no podrá hacerse sin memoria, sin archivo, sin genealogía del poder oculto. Y será tarea de periodistas, investigadores, defensores de derechos y curadores documentales revelar las capas del saqueo, las rutas del lavado y los pactos del silencio.


Sobre el autor: Iván Oré Chávez. PREMIO I Concurso de Investigación Jurídica de la Convención Nacional de Derecho Constitucional (CONADEC 2003). // Primer lugar del PREMIO de Investigación VII Taller "La Investigación Jurídica: un reto para la Universidad moderna" Facultad de Derecho y Ciencia Política UNMSM en categoría tesistas (2004). // Tercer lugar del II CONCURSO de artículos de investigación jurídica "La familia desde la perspectiva de los DDHH" organizado por el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial, la Comisión de Magistrados del Área de Familia del Año 2009, la Corte Superior de Justicia de Lima, y el Centro de Investigaciones Judiciales. // Miembro de la nómina de colaboradores de la REVISTA CRITICA DE CIENCIAS SOCIALES Y JURÍDICAS “Nómadas” de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología - Universidad Complutense de Madrid (UCM).// Premio del Concurso de Ponencias del I Congreso Internacional de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social (UNMSM, oct. 2025).

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