EL RÉGIMEN DEL “TERROR” DEL VIZCARRATO.
Por Iván Oré Chávez 03.04.2020 @realbiopolitica
Ya hemos tomado en una anterior columna de realbiopolitica la escena de la gran revolución de Vizcarra.
Por lo tanto, debemos tener muy presente que el golpe precede a la revolución y que toda revolución para mantenerse necesita instaurar su “terror”. Los pasos siempre son los mismos, aunque los libretos varían. Lo que en historia denominamos “el terror” es un periodo de toda dictadura que necesita de la cobardía e ignorancia de la gente para poderse instaurar, y es más hacer que la misma a gente deseo su implementación:


Estos factores crean inquietud en la cúpula oenegera caviar que ha dado a Vizcarra su soporte al poder personal del tiranuelo, primeramente institucionalizándose como la comisión de alto nivel de reforma política que busco la desfiguración constitucional republica a favor de la autocracia, y después su otro contingente se organizó en el comando covid que ha permitido el confinamiento y menoscabo de los derechos civiles de los ciudadanos bajo pequeñas dosis de terror, mientras no se preocuparon con acabar con los focos infecciosos y abastecer correctamente los centros de salud, es decir sabotear la lucha contra el covid desde dentro.

El resultado es una mortandad en proporción de 3 hombres por una mujer, teniendo en cuenta que los varones tienen mayor cantidad de receptores ACE2 por donde ingresa al SARCOV2 a la célula. Este pico y placa duro 9 días, del 3 al 11 de abril, en vista de que los hombres no salieron a la calle en el número “que se esperaba”. Al día siguiente, el 12 de abril salió Pilar Mazzetti a inspirar el miedo, el prolegómeno del “terror” con las siguientes palabras: “Esta es una guerra, y es una guerra atípica porque cada uno de los que está aquí sentado es el soldado y a la vez, es el enemigo. Somos el enemigo porque tenemos la capacidad de pasar el virus a las personas que están cerca y somos los soldados porque también tenemos la capacidad de no pasarlo… Los que salgan van a salir vivos pero van a estar dañados por fibrosis pulmonar, insuficiencia cardíaca, insuficiencia hepática, encefalitis, entre otros. Con esto les quiero decir que las cosas han cambiado, que el país que conocemos ya no es el país que conocemos, ya se acabó. Nuestra inmadurez social y política nos la tenemos que guardar en el bolsillo, este es el momento de crecer, no es el momento de quejarnos”. Quejarse es cuestionar la gestión del gobierno respecto a los tres pasos a realizar frente a una epidemia: 1.Controlar (identificar a los infectados mediante pruebas moleculares que no tienen en número suficiente), 2. Mitigar (aislar a los infectados en lugares salubres y con suministros médicos de los cuales se carece) y, 3 suprimir (descontaminar los centros de infección, edificios y parques, como lo hemos indicado en nuestro blog realbiopolitica). Ya hemos hablado de los efectos del SARSCOV2 en nuestro articulo “LA NEO DICTADURA: SARS COV-2 Y COVID-19” y no guarda relación con el apocalíptico escenario vírico que nos presenta Mazzetti para infundirnos miedo, bajar nuestras defensas y aumentar el caos. Como era de esperarse, la curva se “disparó”. Mazzetti es neurobióloga, sabe muy bien tanto apaciguar como infundir pánico colectivo de un modo disimulado mientras se muestra como una dedicada servidora pública.

Lo que sigue fue la disidencia controlada que bajo pretexto de criticar la gestión del gobierno solo mal maneja datos para crear pánico: Marco Sifuentes defensor del Ministro Saavedra, promotor de la ideología de género en el Perú, twiteó: “abril de 2019, 2602 fallecidos, ligera subida. Este es abril de 2020 la cantidad de fallecidos se ha duplicado”. La realidad es que no disponemos aun del documento INEI "Perú: Natalidad, Mortalidad y Nupcialidad, 2019", pero si del 2018 y anteriores, de estos documentos sacamos que han muerto frecuentemente a razón de 12 mil personas mensualmente. Pero Sifuentes sigue “aclarando”: “quiero aclarar por si no se ha entendido: estos son los casos de fallecimientos totales en Lima, supuestamente a lo largo de toda la pandemia (marzo y abril) en Lima solo han fallecido 491 personas”. Ahora bien según el INEI el 2018 murieron en Lima 51,509 personas lo que quiere decir que murieron mensualmente 4,300 personas aproximadamente. Es evidente que no está aclarando nada. Y vuelve a twitear: “aquí está la cantidad de fallecidos en Lima en el año 2017, la cifra supera por poco las 2 mil personas”, sin embargo todo lo contrario dice el documento “Perú: Natalidad, Mortalidad y Nupcialidad, 2017” señalando en sólo la provincia de Lima la cantidad de 46,562 muertes. Es evidente que no está dando datos certeros.



Pero para que “terror “sea legalizado se necesita la aparición de los siguientes factores: 1) eliminación de la oposición, 2) la amenaza exterior que haga cerrar las fronteras, 3) el inicio de la contra revolución de Vizcarra (salida de Keiko, bancada parlamentaria contrapuesta a sus intereses tiránicos), 4) dificultades financieras y económicos que provoquen movimientos sociales de los primeros afectados en sus economías domésticas. Los puntos que nos ha faltado desarrollar serán motivo de una próxima columna.
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