EL
OBSCURANTISMO VIZCARRISTA CONTRA EL COVID19 ¿EXPERTOS O PAYASOS?
Por Iván Oré 09.04.2020 @realbiopolitica
A mediados del siglo XIX Londres sufrió una
epidemia de cólera. Los grandes dizques sabios de la época creían que esto era
provocado por algo llamado “miasma”, un “Efluvio
maligno que, según se creía, desprendían cuerpos enfermos, materias corruptas o
aguas estancadas”, el pueblo, creyendo en sus grandes doctos adquiría toda
suerte de talismanes, dijes, gestos, colores, metales y otros artilugios para
conseguir la inmunidad frente a estas emanaciones diabólicas.
Esto perduro hasta que en plena epidemia apareció un
médico con espíritu científico, el Doctor John Snow, quien trazo el primer mapa
cartográfico endémico conocido en la historia de la humanidad, probando que no existía
nada maligno, desmantelando los cimientos de la extravagante teoría miasmática y
sustituyéndola por la disciplina científica que actualmente conocemos como la “epidemiología”.
Pudo ver en su mapa que los focos de infección eran los pozos de agua donde había
infección de heces fecales. Felizmente las autoridades le escucharon cerraron
los pozos, y la epidemia disminuyo hasta desaparecer.
Desde el golpe de Estado del 2019, en Perú estamos
de mal en peor gracias a la ridícula y sub-normal cúpula oenégero caviar que
sostiene la incompetente dictadura presidida por el inquilino precario de
Palacio. Frente al COVID19 el tiranuelo designó a un equipo de superhéroes que
van a luchar contra el capitalismo y el patriarcado opresor, todos de izquierda
caviar, lo llamo marvelistamente el Comando COVID-19. La cúpula oenegero caviar
que rodea al trono plastificado del más precario vizcarrismo, es una simplote cúpula
de oscurantistas del más ridículo estilo decimonónico.
Vizcarra; que según su nada ignorante, nada cobarde,
nada pusilánime y nada manipulable séquito de a pie, encarna todas las virtudes
más sublimes de la peruanidad y suma en sí toda la inteligencia del sabio
pueblo que lo encumbra; decidió nombrar como su paladín justiciero a Farid
Matuk, este sobresaliente meta humano decidió utilizar sus superpoderes
neuronales para enfrentarse a su mortal enemigo al que denomina el “patriarcado”,
un supuesto espíritu que bajo la forma cientifista de “constructo cultural” causa
todos los males del mundo, las guerras, la violencia, la discriminación, la segregación
étnica, las desigualdades y quizá, las epidemias.
Su primera medida fue construir la “superarma” usando emanaciones de su diosa la “igualdad”.
Asi Matuk creo el “pico y placa de la igualdad” con el objeto de debilitar a su
perpetuo enemigo, el patriarcado, liberando paulatinamente a las mujeres de sus
cárceles machistas que en la común denominación de los prestos a ser
emancipados por su Dios llamado “igualdad” reciben el nombre de “hogares” y “familias”.
Concibió en su brillante plan caviar que liberando a las mujeres iba a debilitar
al patriarcado, y por ende acabar con el
COVID19, manifestación mortal de dicha malignidad. En seguida Vizcarra, el
incuestionable, el in-criticable, el incontestable, el indiscutible, decidió
aplicar el oscurantista plan de su más preciado paladín, de lo mejor de su pléyade
de entre la brillante caviarada. Se ordenó que hombres salgan los lunes,
miércoles y viernes; las mujeres, los martes, jueves y sábados; mientras los
domingos nadie puede salir.
AL final la infección se propago aún más, no se
detuvo, de seguro eran esos burgueses machistas contrarrestando a la super arma.
No era así. Mientras el Comando de Operaciones COVID19 se enfrentaba a su
imaginario enemigo, más gente moría, y mientras más personas morían, el pueblo
con la valentía que lo caracteriza decía: “lo está haciendo muy bien” “lo hace
lo mejor que puede”, “de seguro hasta dejar de tener hambre por su gran
responsabilidad ¡pobrecito!”, “déjenlo trabajar” “mi presidente se preocupa por
mi” “yo le importo mucho”; y así evitaban ser cuestionados por la férrea personalidad
que tienen para decir lo que en realidad piensan. Todos unos pensantes valientes.
El heroico paladín Matuk se dio cuenta que su error radico en no usar todo el
poder de su super arma, el pico y placa de la igualdad, para golpear al
patriarcado: según este paladín, la solución hubiera sido que las mujeres salgan
4 días y los hombres solo 2. Más
libertad para las mujeres acabaría con el COVID19.
Mientras las estúpidas elites intelectuales inglesas
del siglo XIX creían en el aire maligno cargado con la iniquidad humana como
jinete apocalíptico recorriendo barrios para enfermar a sus moradores, su
pueblo ignorante le correspondía asumiendo dichos disparates implementando su
arsenal de amuletos y talismanes.
Del mismo modo hoy las mediocres élites
y cúpulas de
seudo intelectuales salidas de claustros universitarios fanáticos, mediocres, incultos,
ideologizados, embusteros y aborrecedores de su patria; tienen al COVID19 como su mejor
aliado para someter a las naciones y doblegarlas a su hipócrita proyecto de
igualdad, tolerancia, diversidad e inclusión; mientras las muchedumbres indoctas
y espantadizas obedecen sin cuestionar si es que les están tomando el pelo o
no. Son lo suficientemente precoces para
entender las ordenes y con una materia gris lo necesariamente anodina para no cuestionarlas.
Mientras tanto el patógeno avanza.
La Londres del Siglo XIX tuvo a Jhon Snow, autoridades
serias interesada en tener más mano de obra, y pobladores prestos a entender lo
mejor para su bienestar; el Perú del siglo XXI tiene el paladín marvelesco
Farik Matuk, al titán cesarista de Palacio Vizcarrón Bonaparte, una zurda cúpula
caviar que apuesta por el despoblamiento eugenésico global, y una chusmada tan
ignorante, vulgar, anti cívica, tan odiadora, bruta y vil, que siempre termina disparándose
a los pies. Prepárense para la extinción.
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