LA REFUTATIO
IMPERII DE VIZCARRA Y EL CLAMOR DE LOS OCLANTES.
Por Iván Oré @realbiopolitica 14.04.2020

Claro que Vizcarra busca permanecer todo lo que
pueda en el poder, y disfrutar de su ejercicio, eso es mucho más que evidente. Mientras
este pueblo tan impoluto clamaba la reforma política pontificando contra la
corrupción. Vizcarra el 10 de abril del 2019 presentaba al Congreso el proyecto
de ley 4185-2018-PE con el titulito “LEY DE REFORMA CONSTITUCIONAL PARA
PROMOVER LA GOBERNABILIDAD Y FORTALECER LA DEMOCRACIA”. Que impactante. Todo un
demócrata. Tan demócrata y avezado que dicho proyecto consistía en busca
agregar al Artículo 112° de la Constitución que prohíbe la reelección
inmediata, un añadido en contra del pueblo y a favor suyo como propuesta de
segundo párrafo: “No podrá ser elegido
Presidente de la República, de manera inmediata, el ciudadano que bajo
cualquier título hubiere ejercido la Presidencia. Esta prohibición no alcanza
al Vicepresidente cuando ha ejercido por menos de cuatro meses, el último año
del mandato". Es más que evidente que este proyecto tiene nombre
propio y que su intención era usar el pretexto de la lucha anticorrupción para
con su guardia pretoriana, fiscales y jueces carceleros presionar al Congreso
para aprobar sin debatir y sin cuestionar la reforma política que incluía la
perpetuación de Vizcarra en el poder. Y para disimularlo nos venían con el
cuento de Chespirito “no fui yo, fue mi
mano”. No fue el Presidente, fue su “Comisión de Alto Nivel de Reforma
Política”. No fue el Presidente, fue el “Consejo multisectorial Comando contra
el Covid19".
Ya se dio el primer acto con la prensa mermelera
encumbrando a Vizcarra como el Salvador y el Protector del Perú, el segundo
acto acaba de darse con esta declaración nada creíble del inquilino precario de
palacio. Ahora falta el tercer acto, es decir el hecho imprevisto. Pero como no
pudo reformar la Constitución parlamentariamente a su favor reeleccionista, lo
más probable es que al más burdo estilo de Evo Morales busque al Tribunal
Constitucional pro golpista para ello. Porque si estos magistrados en mayoría
pudieron avalar mediante argumentos sin sentido completamente
inconstitucionales algo tan evidente como el golpe de Estado (justo después de
que el fiscal que dio luz verde para entregar medio millardo de soles a la
Mafia Odebrecht, visitara a uno de los magistrados para “tomarle su
declaración” por un inventado ilícito penal al que le vinculaba),
tranquilamente pueden “interpretar” el artículo 112 de la Constitución que
quiso des configurar Vizcarra. El tenor de esta norma constitucional dice
exactamente: “El mandato presidencial es
de cinco años, no hay reelección inmediata. Transcurrido otro período
constitucional, como mínimo, el ex presidente puede volver a postular, sujeto a
las mismas condiciones”; entonces ¿porque dice Vizcarra que no va a
postular si ya se sobreentiende que está prohibido de esto por la Constitución?
Es porque está fingiendo su desapego del poder, es un drama político donde el
superhéroe de las muchedumbres muestra su “carencia
de ambición”. Ahora falta mostrar a nuestro Gokú palaciego en su lucha
contra el coronavirus, es decir el escenario de la coronavimaquia, donde logra
vencer al monstruo y liberar a sus habitantes. Pero para eso necesita una
especie de energía concentrada que emana
la gente siempre y cuando se mantengan encerrados en sus casas. De esta manera
todos se sienten partícipes de la batalla con su líder conductor a la cabeza.
Cuando esto pase la aclamación ya está hecha y lo demás, usar a sus satélites
burocráticos para generar la norma inconstitucional, sea en el Congreso, o en
el Jurado Nacional de Elecciones, figurando el Presidente interino como ausente
de esta espontánea iniciativa, para después llevada la inesperada disputa al
Tribunal Constitucional, este colegiado permita su candidatura, lo cual da
lugar a su mágica elección; al final se vuelve un simple trámite del cual se
encarga “la maquinaria” del papel-aguanta-todo.
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